Como cuidar tus joyas
¿Te preocupa que tus joyas se estropeen y pierdan valor con el tiempo?
Una joya está continuamente en contacto con los contaminantes del aire, polvo, sudor, perfumes… Con el paso del tiempo, estos elementos pueden alterar el aspecto del metal o las piedras preciosas.
Las piezas M·BOSCH están diseñadas para seguir tu ritmo, pero debes tener en cuenta que están hechas a mano y necesitan un adecuado mantenimiento.
Si sigues estas sencillas instrucciones, conservarán su tacto y su brillo original. Ya verás que no son necesarias herramientas ni técnicas especiales para hacer un mantenimiento eficaz.
Esto es lo que te recomendamos desde nuestro taller.
LAS JOYAS EN EL DÍA A DÍA
Te aconsejamos que no lleves las joyas mientras realizas actividades que puedan ponerlas en contacto con cremas o lociones. Las partículas de los cosméticos, que no se eliminan con un aclarado rápido, pueden provocar la decoloración del metal o irritaciones en la piel.
Con las piedras preciosas y las perlas se debe tener especial cuidado, ya que se pueden estropear cuando entran en contacto con algunos elementos químicos.
Si tienes que ponerte cremas o perfumes, es mejor hacerlo antes de ponerte la joya.
En todos los casos, aconsejamos que guardes la joya en la bolsa o caja que recibiste cuando la compraste. Así evitarás posibles golpes o que se peguen con otras joyas.
LIMPIEZA DOMÉSTICA DE TUS JOYAS
Para limpiar tus joyas, basta con sumergirlas entre 3 y 5 minutos en un vaso con agua y un poco de jabón de lavar platos.
Luego, frotar suavemente con un cepillo de dientes de pelo suave y aclarar con un poco de agua caliente para eliminar el detergente.
Por último, puedes secarlas delicadamente con un paño suave y sin vello.
Desaconsejamos utilizar limpiadores ultrasónicos, vaporizadores u otros productos químicos de limpieza de joyas “caseros” (como la lejía, el amoníaco o el bicarbonato de sodio), ya que pueden dañar las piedras preciosas o las perlas.
A diferencia del oro, en la plata se pueden adherir elementos cotidianos como el azufre, el cloro o el sudor.
Para limpiar una joya de plata necesitarás un paño suave de algodón con un poco de jabón de lavar platos diluido en agua. Roza la pieza siempre en la misma dirección y evitando los movimientos circulares.
No te recomendamos que utilices pulidores de plata o soluciones de limpieza por inmersión.
Queremos que tus joyas sean solo motivo de alegría. Por eso te aconsejamos que las lleves regularmente a nuestra joyería para realizar un mantenimiento y comprobar su estado.
De esta forma, a la larga evitarás reparaciones más costosas.